

Es cierto que el invierno en Suecia tiene la fama de causar en sus habitantes depresión, y encontrarse con personas que pueden llegar, incluso, al suicidio. Desde los estudios cientificos, esto no es sólo problema psicológico, sino físico, pues el cuerpo por naturaleza necesita la luz del sol.
Los que practicamos la fe, también palpamos un cierto cansancio en nuestro cuerpo por la falta de luz, e incluso ciertos momentos de depresión. Pero también es cierto que, conscientes de ello, damos mayor profundidad a la vivencia del tiempo de adviento, como anhelo de la luz. Esto, entonces, se convierte en un incomparable camino de preparación a la navidad con todo y lo que conlleva la llegada de Jesús, que es capaz de dar abarcar la totalidad del ser humano, en su parte psiquica, espiritual, física y por supuesto ambiental. Y en armonía con la creación entera, que misteriosamente, también anhela la salvación.
Inga kommentarer:
Skicka en kommentar