lördag 23 april 2011

Pascua en tu vida



Es Pascua cuando sentado a la mesa eucarística, tu corazón arde, porque captas la presencia única de Aquel que es pan que se parte y se comparte
Es Pascua cuando te sientes tan digno al escuchar tu nombre de sus labios, porque esto lleva a una misión es especial, entonces lo descubres resucitado en el jardín de tu búsqueda: MARÍA!!!!!!!! MESTRO!!!!!!!!!!
Es Pascua, cuando en la profundidad de tu corazón captas el precio de tu salvación, al ver en el Reusucitado las heridas de sus manos y costado, lo que no puede llevarte más que a un compromiso más profundo en la entrega de tu vida. 
Es Pascua cuando, desde el saludo del resucitado, experimentas la paz en tu corazón,y eres capaz de ser portador de ella, al mundo que te rodea. 
Es pascua, cuando escuchas la voz del Resucitado que te dice: no tengas miedo,y entonces eres capaz de ser la persona más valiente, que se compromete en la construcción de su Reino. 


Qué la vida nueva que da el crucificado, ahora resucitado, en esta fiesta por antonomasia: la PASCUA,  se manifieste en nuestro ser de mujeres y hombres de esperanza, para seguir siendo capaces de ser signos de vida en donde hay muerte, de esperanza, en donde hay desesperanza, de paz en donde hay guerra, de amor en donde hay odio, pues sólo así, nos habremos tomado en serio el paso de Dios en la historia de la humanidad en este encantador, trascendental y lleno de un misterio de amor, como lo es el acontecimiento pascual. FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN. 

torsdag 14 april 2011

Mi camino a la Iglesia católica

“Si el alma busca a Dios, mucho más lo busca su amado a ella”, (san Juan de la Cruz), “Quien busca la verdad, busca a Dios, tanto si se da cuenta como si no” (Edith Stein). La expresión de estos dos grandes místicos es la experiencia de muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia de la humanidad, independientemente de la edad, el sexo o la cultura. El testimonio de Rebeca nos hace ver esta gran verdad, al mismo tiempo que manifiesta las obras que Dios sigue haciendo en sus criaturas a través de su Iglesia.
Rebeca es una joven sueca que se ha convertido a la fe católica, quien hará su primera comunión el Jueves Santo del presente año y vivirá la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.
Su testimonio puede ser válido, especialmente para los jóvenes de nuestro tiempo, tanto los que han nacido en países católicos como los que han nacido en países de un marcado ateísmo o de indiferencia religiosa, como lo es Suecia, en donde la religión oficial es la luterana, pero la mayoría se declaran ateos o agnósticos y en donde sólo el uno por ciento son católicos. Cinco grandes aspectos podemos sacar de la profunda experiencia en el proceso de fe de Rebecca Risberg: los jóvenes buscan con sinceridad la verdad, el cómo afecta la pérdida de valores familiares en nuestros jóvenes de hoy , lo qué puede significar para los jóvenes una JMJ, el valor de la Iglesia, como madre que guía a la verdad y sobre todo, la revelación de un Dios que sigue buscando a cada ser humano.








MI CAMINO HACÍA LA IGLESIA

TESTIMONIO DE REBECA- UNA JOVEN SUECA CONVERTIDA A CATÓLICA

Vivir con Dios no siempre ha sido una evidencia para mí. Mi papá nunca ha expresado una creencia. Mi madre, según entiendo, cree en Dios, pero no pertenece a ninguna religión. Recuerdo que cuando era pequeña sentí un contacto con algo superior, pero no había nadie que pudiera guiarme. Cuando tenía 14 años hice valientemente mi último intento para satisfacer mi curiosidad, confirmándome en la Iglesia Luterana sueca. Pero quedé decepcionada, porque Dios me parecía opacado. Yo no veía nada más que eso. Cuando tuve mi primer novio, a los 16 años, dejé de pensar en Dios. Mi novio era un ateo, y esto me influyó mucho.

Tuvieron que pasar entre 5 a 6 años para buscar activamente otra vez. En aquel tiempo yo estaba perdida en mi propio laberinto. Yo tenía trastornos de alimentación, estaba deprimida y sentía una ansiedad severa. Dios llegó a ser el último recurso. Si yo no me hubiera abierto a Él en ese entonces, probablemente, ya no estaría viva.

La razón por la que me encontré con la Iglesia católica, es porque yo tenía una amiga católica. Ella me llevó a una misa. Esta primera vez, estaba yo muy apagada, tanto emocional como mentalmente, pero en la Iglesia no había nada que pudiera sacudirme. Yo pregunté a Dios una y otra vez, que quería El que yo hiciera, y a donde quería El que yo fuera. Pero traté de alejarme de la Iglesia y del cristianismo y viajé a la India para encontrarme con Dios.

En Rishikesh, una ciudad que está precisamente junto a un río sagrado, Ganges, en un alto templo Hindú, con vista a la ciudad y al río, quedé absorta en mis pensamientos, desesperada buscaba una solución a mis problemas. Y de pronto se apoderó de mi una fuerte nostalgia, un anhelo de Dios y de la Iglesia católica.

Cuando volví a casa tenía más claridad en mi camino. Y de nuevo tomé contacto con mi amiga, la que ahora es mi madrina, y aunque aun sentía dudas más o menos fuertes durante este tiempo, por último dejé de luchar mucho. Ahora han pasado ya dos años de esto y el Jueves Santo de este año entraré plenamente en comunión con la Iglesia católica.

Lo que mueve mi deseo de ser católica es que, yo creo en Dios y creo que la Iglesia es la mejor guía hacia El. Quiero que mi fe tenga consecuencias en mi vida. Quiero que Dios tome para si, todo lo que yo hago, y no sólo algunas partes de mi vida. También considero, que el Dios de la Iglesia católica habla más creíblemente. El es todo, más que lo opacado. El y su Iglesia son como un interminable pozo de donde provienen torrenciales de agua para todo el tiempo que uno lo desee. Esta nunca se termina.

En verano viajo con mi parroquia a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Yo estoy fantásticamente agradecida por esto. Me siento feliz al tener esta oportunidad como joven. No es fácil ser joven en la sociedad sueca de hoy. La familia tiene cada vez menos importancia y muchos padres no toman responsabilidad por sus hijos. A veces me pregunto si ellos piensan en esto antes de tener a sus hijos. Se cercioran ellos de que sus hijos no son pequeños-dulces bebés toda su vida?
Creo que muchos jóvenes se sienten abandonados. Hay una falta de valores y falta algo a qué aferrarse. Hay una falta de educación y se puede hacer poco de lo que uno quiere. Los padres pueden llegar a ser buenos o malos amigos. Pero de todos modos, no es un amigo lo que más se necesita para crecer, sino padres adultos.

Yo hubiera deseado haber tenido un poco más de orientación en mi infancia y adolescencia. Ya que por “pruebas” y teniendo experiencias propias no es siempre lo mejor y ciertamente no es la manera más llena de amor para aprender cosas, especialmente cuando el camino es destructivo. El no encontrar buenos modelos a seguir, es también un difícil proceso por el que se advierte haber tomado un camino equivocado. Uno no recuerda por mucho tiempo lo que la consciencia le dijo desde el principio, lo que se convierte en un hechizo por costumbre e ignorancia. Y entonces tratas de ser diferente, pero en nada ayuda cuando uno no es consciente, pues haces la misma cosa otra vez y en otra forma. Al final se continúa en el mismo estado, queriéndose esconderse y escapar de sí mismo. Para mí fue esto lo primero, cuando me atreví a ver la verdad sobre mi misma y por la que llegué a ser libre. Para esto, recibí ayuda de un sacerdote y de la enseñanza de la fe católica.

Así que estoy agradecida porque aun soy joven y con muchos años por delante para demostrar mi amor a Dios y a su creación. El viaje a Madrid es una oportunidad en este camino. Espero crecer en mi fe junto a otros dos millones de jóvenes. Pasar el tiempo con personas creyentes es una especial experiencia, que permite otra profundidad en las relaciones, así como sentir tranquilidad en su presencia. Si alguien tiene un mal día es suficiente sentir que yo esté presente. Es cierto que, no todo cuelga en nuestros hombros, pero todos sabemos en donde tenemos que poner nuestra confianza.

A ustedes jóvenes de México les deseo una vida con Dios. No busquen el sufrimiento porque ustedes merecen lo mejor. Sino que, busquen el perdón y el amor como niños de Dios que todos somos. Y dejen que la Iglesia les ayude en su camino.

El original en sueco
Om min väg till kyrkan

Att leva med Gud har inte alltid varit en självklarhet för mig. Min pappa har aldrig uttryckt en tro. Min mamma, har jag förstått, tror på Gud men tillhör ingen religion. När jag var liten, minns jag, att jag kände en kontakt med något högre, men det fanns ingen som kunde vägleda mig. När jag var 14 år gjorde jag mitt sista tappra försök på ett tag, att få min nyfikenhet stillad, genom att konfirmera mig i den lutherska Svenska Kyrkan. Men jag blev besviken över att Gud var så platt – att han inte var mer än så. När jag fick min första pojkvän när jag var 16 år, lämnade jag alla tankar på Gud bakom mig. Min pojkvän var ateist och jag var väldigt lättpåverkad.

Det skulle dröja 5-6 år innan jag började söka aktivt igen. Då hade jag länge gått vilse i min egen labyrint. Jag hade ätstörningar, var deprimerad och hade svår ångest. Gud blev det sista halmstrået. Hade jag inte öppnat mig då, så hade jag nog inte levt idag.

Anledningen till att jag hittade till Katolska Kyrkan var för att jag fick en vän som var katolik. Hon tog med mig på en mässa. Denna första gång var jag ganska avstängd känslomässigt och mentalt men kyrkan var inget jag kunde skaka av mig. Jag frågade Gud gång på gång vad han ville att jag skulle göra, vart han ville att jag skulle gå. Men jag försökte komma undan kyrkan och kristendomen. Jag reste till och med till Indien för att hitta Gud!

I Rishikesh, en stad precis vid den heliga floden Ganges, i ett högt hinduistiskt tempel med utsikt över staden och floden, gick jag i mina egna tankar, desperat sökande efter en lösning på mina problem. Och plötsligt greps jag av en stark hemlängtan, en längtan till Gud och till den katolska kyrkan.

När jag väl kom hem igen var vägen jag skulle gå ganska självklar. Jag tog kontakt med min vän igen, som nu blev min katolska fadder, och även om jag kände inre tvivel mer eller mindre starkt en tid, slutade jag till slut att kämpa emot så himla mycket. Nu har det gått två år och på Skärtorsdagen i år ska jag upptas i kyrkans fulla gemenskap.

Det som gör att jag vill bli katolik är att jag tror på Gud och jag tror att kyrkan är den bästa ”guiden” till Gud. Jag vill att min tro ska ha konsekvenser i mitt liv. Jag vill att Gud ska ha att göra med allt jag gör, inte bara vissa delar av mitt liv. Jag finner också den gud katolska kyrkan talar om, mest trovärdig. Han är allt annat än platt. Han och hans kyrka är som en oändlig brunn att ösa vatten ur så länge man bara vill. Det tar aldrig slut.

I sommar åker min församling och jag till Madrid på Världsungdomsdagen. Jag är så fantastiskt tacksam för detta. Jag är så glad att jag hittade rätt redan som ung! Det är inte lätt att vara ung i dagens svenska samhälle. Familjen får mindre och mindre betydelse och många föräldrar tar inte ansvar för sina barn. Ibland undrar jag om de ens tänkte efter innan de skaffade barn. Insåg de att barn inte är små söta bebisar hela livet?

Jag tror många ungdomar känner sig övergivna. Det är brist på värderingar och något att hålla fast vid. Det är brist på uppfostran och man får göra lite som man vill. Ens förälder blir som en vän, ibland en bra vän – ibland en dålig, men hur som helst är det inte en vän man mest behöver när man växer upp, utan en vuxen förälder.

Jag önskar att jag hade fått lite mer vägledning genom min barndom och mina tonår. Att få ”testa sig fram” och göra sig egna erfarenheter är inte alltid det bästa och verkligen inte det mest kärleksfulla sättet att lära sig saker på. Speciellt inte när den väg man hittat är destruktiv. Finns det inga bra förebilder är det också en svår process att inse att det är fel stig man slagit in på. Man minns inte längre vad samvetet sa från första början, och blir som förhäxad av vana och okunskap. Och så försöker man göra annorlunda men ingenting hjälper för utan att märka det, så gör man samma sak igen fast i en annan form. Till slut fortsätter man av den anledningen att man vill glömma och fly från sig själv.

För mig var det först när jag vågade se sanningen om mig själv som jag blev fri. Men för detta fick jag hjälp – av min präst och katolska kyrkans lära och tro.

Så jag är tacksam för att jag fortfarande är ung och förhoppningsvis har många år på mig att visa min kärlek till Gud och hans skapelse. Resan till Madrid är ett steg på den vägen. Jag ser fram emot att få växa i tron tillsammans med 2 miljoner andra ungdomar. Det är en speciell upplevelse att umgås med troende människor. Det blir ett annat djup i relationer och jag känner mig mer avslappnad i deras närvaro. Har någon en dålig dag räcker det att jag finns där. Allting hänger inte på mina axlar för vi vet båda vart vi ska sätta vår tillit.

Till er ungdomar i Mexico önskar jag ett liv med Gud. Sök inte lidandet för att ni inte tror ni är värda bättre. Utan sök förlåtelse och kärlek som de Guds barn vi alla är. Och låt kyrkan hjälpa er på vägen.

Rebecca Risberg

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