Quien puede negar que en la profundidad de nuestro ser se encuentra un insondable deseo de llegar a lo más elevado. De palpar lo más honde de nosotros y de sentir el inmenso deseo de volar alto muy alto, cuyo nombre si se lo damos es la misma santidad?
Quien puede negar que tomarnos en serio la santidad es tocar la cuerda musical más afinada de la plenitud, cuya realidad coincide con el sueño de Dios sobre nosotros?
Quien puede negar que, día a día nos encontramos con lo efímero de la vida y con lo que puede oscurecer nuestra existencia, pero que un toque de gracia vuelve a levantarnos para, de nuevo, escalar la montaña de la perfección?
Celebrar la fiesta de san Juan de la cruz, es un día oportuno para meditar y revivir en nosotros la maravillosa acción de la fe, la esperanza y la caridad en la cotidianidad de nuestras vidas.
FELIZ FIESTA!!!!!!!!!!1
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