El primer de octubre celebramos a la Rosa deshojada, compartiendo especialmente con los jovenes su espiritualidad en una celebración precedida por el P. Cristian Vargas, en donde los jovenes participaron de manera especial y activa en la liturgia, después compartimos el pan, como espacio para convivir y vivir la alegría de tener a tan gran santa que nos sigue recordando el llamado a la santidad en una entrega por su Iglesia y en un profundo ardor misionero.
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