Gracias Padre por 10 años de fidelidad en Suecia, en donde hemos encontrado ya sembradas las semillas del Reino y en donde hemos sido testigos de su crecimiento, porque es grande y eterna tu misericordia. Gracias por hacernos parte de tu proyecto salvador desde nuestra fragilidad humana. Gracias por seguir soñando con la plenitud de tu Reino y hacernos parte de ese sueño. Gracias por llamarnos a vivir la experiencia de tu amor y ayudar a que otros la vivan, como un carisma dado a tu Iglesia, y por seguir enriqueciendo este especial carisma desde tierras bendecidas por tu amor como Suecia.
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